¿Estás pensando en cambiar de hipoteca?

Si estás pensando en comprar una casa y estás buscando la mejor hipoteca, haz clic aquí. En Money Expert, te damos toda la información necesaria para contratar una: cuánto dinero puedes pedir, cómo se calculan los intereses de una hipoteca, cuáles son las ayudas, cuáles son los diferentes tipos de hipoteca, así como cuáles son los pasos a seguir si, ya tienes una hipoteca, pero deseas cambiar tu hipoteca de banco.

Hoy vamos a ver si merece la pena cambiar tu hipoteca de banco y si sí, cuáles son los pasos que tienes que seguir. ¡Allá vamos!

Una hipoteca no tiene por qué ser para toda la vida. Cuando contratas una, las condiciones que firmas con las entidades financieras tienen unos requisitos, sin embargo, el mercado hipotecario va evolucionando y con ello, las condiciones que los bancos ofrecen para competir pueden resultarte mucho más atractivas que las que firmaste.

Este proceso, de cambio, también conocido como subrogación, puede ser beneficioso si deseas mejorar el interés, conseguir un refinanciamiento o incluso obtener mejores condiciones.

Pero, ¿esta subrogación te merece la pena?

Lo primero que te recomendamos es comparar con nuestro comparador las diferentes hipotecas que existen en el mercado y analizar cuál te saldría más a cuenta y ver si económicamente vas a obtener un beneficio.

Es decir, si lo realizas en la primera mitad del plazo, ahorrarás más ya que en ese período cuando se paga la mayor parte de los intereses. Pero si lo haces al final, tal vez ya no ahorres nada.

Por otro lado, te empujamos a que hables con tu banco para ver si puedes llegar a un acuerdo. Tal vez te puedan hacer una contraoferta. En este punto tendrás dos opciones:

  1. Aceptar la contraoferta y firmar una novación. Es decir, una renegociación del contrato. Generalmente la novación más solicitada es la ampliación de un préstamo.
  2. Si la contraoferta no te termina de convencer, puedes escoger una nueva hipoteca con otro banco. En este banco tendrás que pagar los gastos derivados del trámite.  Asimismo, tendrás que pagar la comisión de cancelación y, en el caso de que así se haya acordado con la nueva entidad, la de apertura.

Una vez llegues a este punto, te aconsejamos hacer números para valorar qué opción es más barata.