¿Qué cobertura se adapta mejor a mi coche?

Las compañías aseguradoras, así como los propios seguros que ofrecen, cuentan con diferentes coberturas de distintos tipos que tienen al mismo tiempo distintas finalidades. Es por eso que es importante elegir bien qué cobertura se adapta mejor a mi coche en función de lo que lo uso y lo que busco. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para lograrlo de manera más fácil.

En este guía:

Coberturas legales para el conductor

Seguramente, el punto más importante es el que tiene que ver con el aspecto legal en relación al conductor y a su vehículo. En este sentido, la Ley exige tener como mínimo contratado la cobertura de Responsabilidad Civil Obligatoria. Para complementar a esta, también se puede incluir la Responsabilidad Civil Voluntaria que tiene como objetivo aumentar la cantidad de indemnizaciones de la Responsabilidad Civil Obligatoria.

Más allá de esta cobertura que es obligatoria, existe la defensa jurídica y el seguro del conductor. La defensa jurídica está pensada para hacer frente a todos los gastos producidos por los juicios que pudieran darse si se produce un accidente o conflicto. Mientras que, el seguro del conductor está ideado para que el conductor del vehículo pueda tener la asistencia necesaria en el momento del problema y la indemnización que le corresponda según las circunstancias. Esta cobertura está incluso pensada para los casos en los que el propio asegurado es el causante del accidente.

Coberturas para el vehículo

Igual que existen diferentes coberturas pensadas para el conductor, las hay que están destinadas a cubrir los daños que pueda sufrir el vehículo. Dichas coberturas dependerán del tipo de seguro que hayamos contratado. Podríamos resumir las coberturas que pueden incluirse en un seguro de la siguiente manera:

Cobertura contra robo

Tal y como su propio nombre indica, es una cobertura destinada a cubrir las consecuencias y perjuicios, así como todos los trámites que pudieran producirse en caso de que se dé un robo. Es importante tener en cuenta que la mayoría de seguros no cubren el hurto, que puede deberse a una negligencia del propio conductor. Es una cobertura especialmente indicada para vehículos de alta gama o de gran valor y suele cubrir también los daños ocasionados por intentos de robo.

Cobertura para lunas

Otra de las coberturas genéricas más importantes es la de indemnización por rotura o daño de las lunas del vehículo asegurado. Se incluyen tanto las laterales como la frontal y trasera y se excluyen faros y espejos. Es una cobertura ideal para personas que hagan muchos kilómetros al cabo del año, especialmente si los hacen en viaje por carretera. Asimismo, puede ser una cobertura muy interesante para profesionales y vehículos de empresa.

Cobertura contra incendio

Naturalmente, esta cobertura está pensada para cubrir los gastos que se produzcan a causa de un incendio en el vehículo. Si bien el incendio en un vehículo, no es un daño muy común, debemos tener en cuenta que se trata de un daño muy grande que de hecho puede tener su origen en otro punto distinto a nuestro vehículo como, por ejemplo, el incendio de otro coche aparcado cerca del nuestro o el de un local cercano. Esta cobertura es recomendable si vivimos en barrios inseguros o si nuestro coche pasa la noche en la calle, dado que estas situaciones pueden entrañar riesgos para él.

Cobertura por daños propios

Los daños propios son todos los daños producidos en nuestro coche que no cubren ninguna de las otras coberturas y que han sido ocasionados por el titular del seguro. Estos van desde los roces y ralladuras hasta el siniestro total. Es recomendable para coches nuevos, así como para personas que pasan muchas horas al volante en conducción urbana.

Cobertura de asistencia en carretera

Una cobertura pensada para poder auxiliar al conductor y a sus ocupantes (según la modalidad) en caso de tener una avería en su vehículo. Puede ser muy interesante en el caso de vehículos antiguos que puedan sufrir una avería o percance en cualquier momento.

¿Qué tipos de seguros convienen según las coberturas?

Ahora que hemos explicado cuáles son las posibles coberturas, pasaremos a hablar de los tipos de seguro en función de ellas.

Seguro a terceros

Se trata del seguro obligatorio, es el más básico y asequible. Es un tipo de seguro que solo cubre los daños a terceros (a otras personas distintas al asegurado) en caso de que dicho asegurado sea culpable. Puede ser una buena opción para conductores noveles ya que otro tipo de seguros pueden resultar demasiado caros para ellos.

Seguro a terceros ampliado

Se trata de una modalidad de seguro a terceros ampliada en la que podemos incluir alguna de las coberturas anteriores como la de robo o daños propios.

Seguro a todo riesgo

Se trata de la opción más completa y más cara. Esto se debe a que es la que más coberturas incluye y, al mismo tiempo, nos ofrece todas las que se encuentran dentro de un seguro a terceros más los daños propios, independientemente de si el asegurado es el causante de dichos daños o no. Esta podría ser la mejor opción para coches nuevos y conductores experimentados.

Seguros a todo riesgo con franquicia

Es prácticamente igual que el anterior, pero con un precio más bajo debido a que, en el caso de que se produzcan daños, los costes se comparten con la aseguradora. Es decir, el titular del seguro se compromete a poner de su bolsillo una cantidad x (la franquicia) y, cuando ésta se supera, es la aseguradora la que se hace cargo del resto.

Por ejemplo, en un incidente en el que el conductor tuviese que pagar 50 euros, el seguro no se haría cargo y lo pagaría el conductor. Sin embargo, en uno en el que la indemnización fuese de 1000 euros, si el seguro de coche tiene una franquicia de 250 euros, el seguro pagaría 750 euros y el titular, los 250 restantes.

Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda para conocer cuál es la mejor cobertura para tu coche. Te animamos a consultar nuestro comparador de seguros de coche para encontrar el que más se adapte a tus necesidades. ¡No esperes más y consulta ya!

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