La Energía Eólica como un instrumento de recuperación.

Hace unos días se celebró el V Congreso Eólico Español para impulsar este tipo de energía renovable, la cual es amigable con el medio ambiente. Es así, que se prevé que para 2030 tengamos una producción de más de 2.000 MW de energía eólica. Esto quiere decir que es un punto clave en la recuperación de la economía española.

Todo este despliegue generará una transición en todo el país, creando empleo e impulsando las actividades económicas. También, gracias a los cambios que se están dando a nivel jurídico, esto coloca al país en una posición líder en cuanto a modelos de negocio.

La ministra Teresa Ribera encargada de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico apoyó firmemente la importancia de la industria energética eólica en el crecimiento y la transformación económica del país. También ha indicado que se llevarán a cabo los medios necesarios para garantizar unas reglas claras y con cifras que sean predecibles.

Gracias a la apuesta del Gobierno por la innovación y el desarrollo, esta industria cobrará protagonismo en los próximos años, dado que nuestra forma de vida está cada vez más conectada con energías renovables, eficientes y totalmente digitalizadas.

Debemos saber que este sector no está partiendo de cero. En realidad, hay un camino muy largo de experiencia que nos ha convertido en líderes en esta industria, pero especialmente en la energía eólica.

Así que podemos decir que la recuperación de la economía será de color verde, gracias a las fuentes de energía renovables que tienen nuestro país y a la importancia que se les está dando.

Por parte de la AEE (Asociación Empresarial Eólica) han manifestado que el principal reto será actuar con responsabilidad ante un sector que está próximo a convertirse en fundamental para el crecimiento de España. Pues se deben tomar grandes decisiones para la reconstrucción económica, pero a su vez se debe obtener visibilidad y un enfoque a largo plazo para que pueda generar confianza con los posibles inversores.

También se decidió focalizar los esfuerzos y fomentar la consolidación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que, junto con la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, se convertirá en una referencia estable para los cambios que se vienen en la próxima década. Y con ello también asegurar que a nivel político se tomen en cuenta las necesidades de apoyar la innovación y el desarrollo en todos los sectores económicos.