La rueda de la tecnología nunca se detiene y esto lo podemos comprobar en infinidad de aspectos. Desde hace algunos años hemos visto grandes avances dedicados a la seguridad del hogar. El objetivo de esto: aportar tranquilidad y asegurar la protección de nuestros bienes y de nuestros seres queridos.
Es así que, por motivos, principalmente ocasionados por la pandemia, ha aumentado la delincuencia. Pero también esto ha dado lugar a la confusión de los llamados okupas. Que lejos de ser una vulneración de nuestras segundas viviendas, ha creado confusión en nuestra sociedad y se ha mal interpretado su actuación. Dando como resultado cierta inseguridad para quienes no hemos podido hacer uso de nuestros inmuebles y aumentando el miedo de que puedan ser ocupadas por intrusos.
Fruto de ello, la tecnología ha jugado un papel importante donde nos brinda diferentes posibilidades para mantener nuestros hogares con la mayor protección. Un ejemplo son las cerraduras electrónicas que carecen de una llave física y se operan mediante el uso de lectores de huellas dactilares, tarjetas electromagnéticas, reconocimiento facial, mandos a distancia o teclados.
Actualmente existen varios tipos de cerraduras electrónicas que se pueden encontrar en las principales tiendas on-line. Generalmente estos sistemas de seguridad se pueden instalar fácilmente y en cualquier tipo de puerta, ya sea de madera, metal o cristal.
Constan de un mecanismo eléctrico que, dependiendo del sistema, realiza la misma función que las cerraduras convencionales. Su funcionamiento es sencillo: envían una señal eléctrica conectada a un electroimán que se adhiere con gran fuerza. De tal forma que, al introducir nuestro código de acceso, huella o el sistema que hayamos elegido. Este corta la corriente eléctrica en el interior de la cerradura y desactiva el electroimán, permitiendo así que la puerta se abra.
Los expertos indican que este tipo de cerraduras son más difíciles de vulnerar que las convencionales, pues no constan de piezas mecánicas que se puedan alterar con el uso de herramientas, e incluso si sufrimos un corte del suministro eléctrico, ya que funcionan con su propia batería y están diseñadas para bloquearse de forma automática si este fuera el caso.
Disponen de varios sistemas de anulación en el caso de perder tu clave, tarjeta, mando o incluso el móvil para evitar la suplantación. Y es una ventaja en el caso de los sistemas biométricos o teclados alfanuméricos, ya que solo las personas autorizadas y conocedores de los códigos son capaces de abrir estas cerraduras.
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