Alternativas al coche eléctrico: ¿Diésel o Híbrido?

Si aún estás pensando en cambiar el coche y no te has decidido por el eléctrico, a continuación, te contamos algunas alternativas a este tipo de coches. Estamos hablando de los motores diésel e híbridos. Si bien es cierto que la UE se ha propuesto reducir de forma drástica las emisiones de CO2 para el año 2030. Esto afecta sobretodo a las grandes zonas urbanas y de alto tráfico, donde es muy frecuente el uso del coche para trayectos cortos.

Pero no todo son grandes urbes que albergan gran cantidad de coches diariamente, también hay zonas urbanas en la periferia o zonas rurales donde no encontramos tantas restricciones de movilidad ni etiquetas. En este punto queremos mostrarte las principales diferencias entre los coches híbridos y diésel. 

Híbridos

Lo primero es reconocer los tipos de híbridos que existen:

Puros: este tipo de vehículos tienen dos motores, uno de gasolina o diésel y otro eléctrico. Los cuales trabajan conjuntamente para maximizar su rendimiento y eficiencia. En este sistema, los motores se van turnando en funcion de la necesidad y se complementan, es decir, mientras está en funcionamiento el motor térmico, las baterías eléctricas se van cargando gracias a varios sistemas de recolección de energía. Poseen la etiqueta ECO y en algunos casos es posible el funcionamento netamente eléctrico siempre y cuando reúna las condiciones más favorables.

Enchufables: A diferencia de los puros, este tipo de vehículos se pueden recargar mediante un cable externo y de esta forma conseguir autonomía con las baterias. De esta forma se reducen practicamente a cero las emisiones de carbono. A día de hoy, estos vehículos tienen la etiqueta CERO, pero a partir de 2021 pasará a ser ECO. El motivo principal de ello, es que no se puede hacer un control exhaustivo del tipo de motor que se está usando en cada momento. Pudiendo hacerse el uso de combustible en las zonas donde hay restrinción.

Suaves: Estos vehículos usan motores térmicos pero también tienen una pequeña batería que ayuda a optimizar el rendimiento y el consumo. Es la opción más asequible ya que no hay grandes diferencias en cuanto a la práctica, pero si que reduce un gran porcentaje de emisiones y a la vez es posible usar la etiqueta ECO. 

Diésel

A muchos os sorprenderá, pero los avances de los últimos 10 años en cuanto a motores diesel han sido contundentes en cuanto a eficiencia y respeto con el medio ambiente. Esta última generación está creando grandes expectativas gracias a sus nuevos sistemas de filtros y recirculación de gases, EGR, Ad Blue y varios avances tecnológicos para reducir las emisiones. Generalmente este tipo de vehículos han sido usados para recorrer distancias largas y de esta forma amortizar su coste, pues como habíamos mencionado anteriormente, han mejorado infinitamente en muchos aspectos, pero eso tiene un coste. Esto se reflejará en las revisiones, en el precio del combustible ya que los sistemas modernos de diesel son más complejos que los sistemas más antiguos o los motores a gasolina.

En conclusión, si estás pensando en comprar un coche nuevo o usado, lo primero que debes tener en cuenta es el uso que le vas a dar, si es dentro de ciudad para distancias más cortas y actividades cotidianas, elige un híbrido suave o uno puro que no requiere de demasiadas exigencias en sus prestaciones para realizar su trabajo. Sin embargo un híbrido enchufable, tal vez no te compensa por su alto costo, deberías dar un uso exhaustivo dentro de ciudad para que te compense a la larga la compra de uno de estos, debido al alto costo de su mantenimiento. Para las personas que se mueven mucho fuera de las grandes urbes, en zonas rurales o que viaje mucho por carretera, le compensará adquirir un diésel, ya que sigue siendo el combustible más eficiente hasta el momento, pese a todo lo que ya sabemos.